María Jesús Lamarca Lapuente. Hipertexto: El nuevo concepto de documento en la cultura de la imagen. |
Internet es una red de redes de millones de ordenadores en todo el mundo. Pero al contrario de lo que se piensa comúnmente, Internet no es sinónimo de World Wide Web. La Web es sólo una parte de Internet, es sólo uno de los muchos servicios que ofrece Internet. Internet, la red de redes, suministra un foro de comunicación en el que participan millones de personas de todos los países del mundo, en mayor o menor medida. Internet aporta o soporta una serie de instrumentos para que la gente difunda y acceda a documentos y a la información (WWW, FTP, etc.), para que los individuos y los grupos se relacionen a través de una serie de medios de comunicación más o menos nuevos (correo electrónico, news, listas de distribución, videoconferencia, chats...) o más o menos viejos (como una conversación telefónica, poner un fax, etc,) y también incluye dentro de sí a los denominados medios de comunicación de masas (radio, televisión, periódicos y revistas "on line", cine, la omnipresente publicidad, etc). ¿Se trata de un nuevo medio de comunicación? ¿Pueden utilizarse las nociones habituales que se aplican a los medios de comunicación para definir y caracterizar la comunicación en Internet? En realidad, Internet no es un medio de comunicación, sino muchos medios, una red que comprende distintos tipos y distintos sistemas de comunicación. La gente utiliza Internet para muy distintas finalidades. Muchas de ellas están relacionadas con diferentes y variadas categorías de comunicación, información e interacción. Algunas son nuevas y otras muy antiguas, pero estas categorías no se excluyen mutuamente, ya que no sólo los usuarios pueden participar en Internet mediante una combinación de comunicación, información e interacción al mismo tiempo, sino que también los distintos medios se entremezclan en el mismo canal. Javier Candeira no se cansa de repetir que Internet no es un medio, sino un canal. En su artículo La Web como memoria organizada dice: "Aprovecho cada ocasión que tengo para puntualizarlo: Internet no es un medio, es un canal. Los distintos medios que utilizan Internet como canal son la Web, el correo electrónico, el telnet e incluso la televisión y la radio". En puridad, se podría afirmar que Internet no es ni un canal ni un medio, sino un hipersistema, un macrosistema o un metasistema de comunicación en el que los distintos sistemas se mezclan y entretejen. La digitalidad no sólo reduce todas las morfologías de la información a una sola: texto, imagen y sonido se convierten en bits de información, sino que también los distintos medios de comunicación con sus distintos sistemas, se integran en uno al converger en la red. Javier Echeverría en Los señores del aire: Telépolis y el Tercer Entorno afirma: "Suele decirse que Internet es un medio de comunicación, y ello es muy cierto. Sin embargo, Internet posee otras cualidades 'mediáticas', y por ello diremos que esa red es: un medio de comunicación, un medio de información, un medio de memorización, un medio de producción, un medio de comercio, un medio para el ocio y el entretenimiento y un medio de interacción". Efectivamente, Internet es todas esas cosas y muchas cosas más. Se puede analizar Internet desde muchas perspectivas distintas y desde puntos de vista muy variados. Desde el punto de vista documental, Internet es un archivo y una biblioteca universal en la que el usuario, desde su pantalla de ordenador, tiene acceso inmediato a la mayor fuente de información que jamás ha existido. Desde el punto de la vista de la comunicación, Internet se caracteriza por ser una red horizontal y en gran medida descentralizada. La comunicación se puede realizar de forma multidireccional (participar en un grupo de debate), unidireccional (leer, bajar archivos de la red, buscar información, etc.), bidireccional (conversar o jugar con alguien, intercambiar archivos o correos electrónicos) e interactiva. Y se establece tanto en ámbitos públicos como en privados. Al contrario que los medios de masas (radio, televisión, prensa, etc.) que no permiten interacciones transversales entre los participantes, los medios en Internet sí permiten este tipo de interacciones. El teléfono usa una comunicación uno a uno, en el ciberespacio un individuo es, potencialmente, emisor y receptor a la vez y todos pueden comunicar con todos en un espacio sincrónico o asíncrono, simultáneo o no concurrente. Desde el punto de vista técnico, Internet es un gran conjunto de redes de ordenadores interconectadas cuyo funcionamiento interno no se ajusta a ningún tipo de ordenador concreto, a ningún tipo de red específica, a ninguna tecnología de conexión en exclusiva y a ningún medio físico privilegiado, se trata de una red flexible y dinámica, adaptable a diferentes contextos tecnológicos. Internet es, en sí misma, un universo tecnológico, una hipertecnología o una miríada de tecnologías que confluyen: telefonía, electrónica, microprocesadores, cables, satélites, fibra óptica, hipertexto, multimedia, televisión, escritura, dibujo, fotografía, vídeo, imágenes en 3D, realidad virtual, etc. Desde el punto de vista sociológico, Internet es un fenómeno económico, social y cultural, que tiene repercusiones sobre las personas y las sociedades y sobre la forma en que éstas se comunican, interrelacionan, producen, comercian, trabajan, se divierten y se organizan. Se puede afirmar, incluso, que repercute sobre la propia identidad de las personas y de los grupos sociales, puesto que modifica la forma en que se ven a sí mismos, operan y se representan los individuos y las sociedades. Metafóricamente se suele hablar de Internet como de un nuevo territorio, un nuevo espacio al que se denomina ciberespacio. Javier Echeverría habla de tercer entorno, un espacio más amplio que incluiría al ciberespacio y a los grandes medios de telecomunicación e interacción electrónica y que estaría conformado por las 7 tecnologías siguientes: teléfono, radio, televisión, dinero electrónico, redes telemáticas, hipertexto y multimedia. Igualmente otros autores como Negroponte hablan de "mundo digital", Rodríguez de las Heras de "espacio digital", Postman de "Technopoly", DYAZ de "mundo artificial", Rheingold de "comunidad virtual", Castells de la "sociedad red", etc. Pero sin duda, el término más consolidado y utilizado es el de ciberespacio. La voz ciberespacio fue acuñada por William Gibson y definida en su novela de ciencia ficción publicada en 1984 Neuromante (Neuromancer). "Todo el mundo que conozco y que trabaja asiduamente con ordenadores, cree firmemente que tras la pantalla existe un mundo invisible a nuestros ojos".Según Gibson, se trata de una "alucinación consensual" que consiste en desarrollar la creencia de que hay una especie de espacio/sitio/lugar real tras la pantalla del ordenador, un lugar que no podemos ver pero que sabemos que está allí. El ciberespacio sería, pues, el espacio virtual o no físico que existe al otro lado del ordenador cuando nos conectamos a la red y que experimentamos como real, aunque se trate de un espacio figurado. Se trata de un concepto mental que proyectamos y que es compartido por muchos usuarios de Internet. La metáfora se alimenta con la idea de que el ciberespacio es un océano por donde se navega, un lugar misterioso, desconocido y proceloso, que nos llama para ser explorado. Un lugar a medio camino entre fluido y tierra, entre el espacio real y virtual, entre el tiempo actual y la velocidad acelerada de las redes. Benedikt define el ciberespacio como "una red global soportada por ordenador, a la que se accede por ordenador y generada por ordenador, multidimensional, artificial o realidad 'virtual'; Barnes lo describe como "un territorio de información digital" y "un reino hiperdimensional en el que entramos por la tecnología", y, aunque otros autores relacionan el término ciberespacio con los mundos virtuales de experiencia sensorial, la idea del ciberespacio como espacio social de interacción y comunicación ha ido cobrando forma tanto entre los estudiosos de los medios de comunicación como entre los sociólogos, psicólogos, educadores y la mayor parte de los internautas. Para Manuel Castells, "Todos los mensajes de cualquier clase, se privatizan en el ciberespacio, pues éste se ha hecho ya tan abarcante, diversificado y maleable que absorbe en un mismo texto multimedia la totalidad de la experiencia humana, pasada, presente y futura". El ciberespacio es pues, un sistema de sistemas; un medio de conexión de cosas y personas; una convergencia de productos humanos (materiales y espirituales); un vasto territorio donde concurren máquinas, individuos y grupos sociales, y donde se almacenan, intercambian y confluyen ideas y obras, datos, libros, periódicos, cartas, imágenes, programas de ordenador, vídeos y música de cualquier tiempo y lugar; un foro de encuentro para el intercambio personal, íntimo, público, masivo y comercial; y un nuevo espacio para la interacción humana (finanzas, comercio, educación, investigación, asociaciones y ONGs, empresas, comunidades globales o locales, etc.) . En suma, un mundo paralelo al mundo real, una imagen especular al otro lado de las pantallas o una nueva dimensión de éste que se constituye como el reino de la comunicación, la información, el entretenimiento y el ocio, el comercio, el arte, la cultura, la educación, la investigación, la cooperación, la competencia, etc. Sin embargo, Internet es un nuevo espacio social que no sustituye a éste, sino que se superpone a los que ya existían. Internet no configura una nueva sociedad, sino que forma parte de ella, aunque se produzca y reproduzca al otro lado de las redes. Esos dos espacios, el de fuera y el de dentro de las redes, están indisolublemente entrelazados y se transforman mutuamente. Los interactores somos las mismas personas y los mismos agentes sociales a uno y otro lado de las pantallas, de las redes y las parafernalias tecnológicas. El nacimiento de la galaxia Internet ha dado origen a numerosos estudios y publicaciones sobre las repercusiones de este nuevo espacio social de interacción y sus implicaciones sobre el arte, la cultura, la ciencia, la ecología, la economía, los medios de información y comunicación, el mundo laboral, la empresa, la política y todas y cada una de las actividades humanas. No vamos a analizar aquí dichos aspectos y nos remitiremos a la bibliografía, pero sí decir que cualquier análisis para ser mínimamente riguroso y afrontar el tema con profundidad, debería huir tanto de la estulticia utópica tecnófila, como de la tecnofobia paranoica.
Las publicaciones de toda índole en torno a Internet han proliferado enormemente desde los primeros años de la red y continúan a un ritmo creciente ¿Qué es pues lo que ofrece Internet para que haya supuesto un revulsivo de tal magnitud? Nos limitaremos a analizar los servicios concretos que ofrece la red y que son los que mueven a la gente a usar Internet. En general, se puede hablar de 3 funciones principales: Comunicación: la gente usa Internet para comunicarse en un escenario de uno a uno, de uno a varios o de varios a varios. La comunicación puede usarse para actividades didácticas y de investigación, para la comunicación íntima e interpersonal, o para la comunicación y el debate en grupo. Ejemplos de comunicación de este tipo son el correo electrónico, las news, las listas de distribución, etc. Interacción: La gente puede usar Internet para aprender en un entorno de colaboración, para investigar de forma cooperativa, para intercambiar archivos, para jugar (se pueden jugar en línea partidas de Doom, Quake, ajedrez, apostar en un casino, etc. y también existen sociedades de jugadores y torneos en línea a escala mundial), para participar en asociaciones o grupos sociales, para comprar, hacer negocios o invertir en bolsa, para ligar o practicar sexo virtual, o simplemente para contactar y charlar dentro de grupos de afinidad. Hasta se puede convocar y asistir a una manifestación virtual. Los espacios de interacción se usan a menudo para actividades sociales y para la interacción grupal. Ejemplos de espacios de interacción son los MU*s (MUDs y MOODs), los chats, las redes P2P, etc. Información: Internet se puede usar para difundir, buscar y recuperar información. La distribución de información de todo tipo de temas y materias cubre un amplio rango de actividades y conocimientos humanos. Ejemplos de servicios de información dentro de Internet son la World Wide Web, RSS, los blogs, FTP, y los ya casi abandonados sistemas Gopher y telnet. Todos estos servicios tienen un espacio distinto en la red, un espacio que unas veces se solapa con otros espacios y que otras veces permanece completamente separado. El ciberespacio es, pues, un conjunto de espacios en los cuales se desarrollan diferentes actividades y diferentes servicios. Internet abarca una ingente y diversa cantidad de actividad, por lo cual es muy difícil estudiar y analizar la red ya que comprende un enorme número de sistemas de comunicación, clases, medios, contenidos, relaciones, objetos y procesos muy distintos.
Como afirma John December en Units of Analysis for Internet Communication refiriéndose a los distintos espacios de Internet como el correo electrónico, los MU*s, la Web, chats, etc.:
Podemos diferenciar entre las clases de medios de comunicación en Internet y los espacios de los medios de comunicación en Internet. Un espacio de Internet incluye a todos los servidores, clientes correspondientes, y el contenido disponible sobre estos servidores que pueden ser entregados a los usuarios. Por el contrario, una clase de medios de comunicación podría incluir los subconjuntos de uno o más espacios de medios de comunicación, o hasta varios espacios de medios de comunicación. Por ejemplo, una clase de medios de comunicación definida por todo el contenido accesible por un cliente de Web incluye no sólo el espacio de Web, sino también los espacios definidos por FTP o Usenet. Para analizar Internet debemos no sólo estudiar sus servicios, sino también hacer un repaso por su historia y la cronología de los principales hitos de su desarrollo, así como analizar los aspectos tecnológicos (protocolos, direcciones IP, URL, nombres de dominio, etc.) que hacen posible el funcionamiento de la red de redes, junto con los organismos que se encargan de normalizar los aspectos técnicos y los estándares para que Internet sea hoy una realidad accesible a todos. Bibliografía:BARNES, S. "Cyberespace: Creating paradoxes for the ecology of self". En L. Strate, R. Jacobson and S. Gibson (Eds.). Communication and cyberspace. Creskill, NJ: Hampton Press, 1996. [Volver] BARBATSI, Gretchen and FEGAN, Michael. "The Performance of Cyberspace: An Exploration Into Computer-Mediated Reality". Journal of Computer Mediated Communication, Vol 5, Num. 1. September 1999. BENEDIKT, M. "Cyberespace: Some proposals". En M. Benedikt (Ed.) Cyberespace: First steps. Cambridge, MA: The MIT Press, 1991. [Volver] CANDEIRA, Javier. "La Web como memoria organizada". Revista de Occidente, Nº 239, marzo 2001. [Volver] CASTELLS, Manuel. La era de la información: Economía, sociedad y cultura, vol 1, La sociedad red. Madrid, Alianza, 1999. [Volver] COTTON, Bob y OLIVER, Richard. The ciberespace lexicon: an ilustred dictionary of terms from multimedia to virtual reality. Londres, Phaidon Press, 1995. DECEMBER, John. "Units of Analysis for Internet Communication". Journal of Computer Mediated Communication, Vol 1, Num. 4, 1996. http://www.ascusc.org/jcmc/vol1/issue4/december.html [Volver] DERY, M. Velocidad de escape, la cibercultura en el final de siglo. Madrid, Siruela, 1996. DYAZ, Antonio. Mundo artificial. Madrid, Ediciones Temas de hoy, 1998. ECHEVERRÍA, Javier. Los señores del aire: Telépolis y el Tercer Entorno. Barcelona, Ediciones Destino, 1999. [Volver]
GIBSON, William. Neuromancer. New York,
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http://www.kevcom.com/words/guide/guide.toc.html POSTMAN, N. Technopoly. The Surrender of Culture to Technology. New York, Alfred A. Knoff, 1992. RAMONET, Ignacio (ed.). Internet, el mundo que llega: Los nuevos caminos de la comunicación. Alianza Editorial, 1998. RHEINGOLD, Howard. Realidad virtual: Los mundos virtuales artificiales generados por ordenador que modificarán nuestras vidas. Barcelona, Gedisa, 1994. RIFKIN, Jeremy. La era del acceso: la revolución de la nueva economía. Barcelona, Paidós, 2000. RODRÍGUEZ DE LAS HERAS, Antonio. Navegar por la información. Madrid, Fundesco, 1992. TURKLE, Sherry. La Vida en la Pantalla. La construcción de la identidad en la era de Internet. Barcelona: Paidós, 1997. TERCEIRO, J.B. Sociedad digital. Madrid, Alianza, 1996. TREJO DELARBRE, Raúl. Internet, la nueva alfombra mágica: Usos y mitos de Internet, la red de redes. Fundesco. http://www.quadernsdigitals.net/index.php?accionMenu=biblioteca.LeerLibroIU.leer&libro_id=4 VIRILIO, Paul. El cibermundo, la política de lo peor. Madrid, Cátedra, 1997.
Historia de Internet
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