María Jesús Lamarca Lapuente. Hipertexto: El nuevo concepto de documento en la cultura de la imagen. |
Los cambios en los soportes de lectura y escrituraLa aparición del hipertexto y otros medios de producción, edición y publicación de documentos en forma electrónica y digital ha venido acompañada de una serie de cambios tecnológicos tanto en los soportes y dispositivos de escritura como en los de lectura. Para Roger Chartier, la revolución del texto electrónico es, al mismo tiempo, una revolución de la técnica de producción y de reproducción de textos, una revolución del soporte de lo escrito y una revolución de las prácticas de lectura.
La escritura y la lectura se han producido y transmitido siempre de forma secuencial porque
así lo exigían las distintas tecnologías que les servían de soporte. Con la
aparición de la tecnología hipertextual, la pantalla se ha convertido en el
principal soporte de visualización ya que permite la
multisecuencialidad característica del
hipertexto, haciendo de la pantalla un soporte que entra en franca competencia
con el papel -que deja de ser el soporte privilegiado- y, por extensión,
Sin embargo, el hipertexto no elimina la escritura y la
lectura, el hipertexto
no elimina el libro, sino que expande los modos de
lectura y escritura, crea
nuevos soportes, nuevos formatos de almacenamiento y procesamiento de textos y nuevas funcionalidades, y aporta nuevos modos de expresión,
acceso a la información y vías para adquirir y compartir
conocimiento. Por otro
lado, el hipertexto favorece nuevos modos de edición y publicación y hoy
cualquier persona, con unas herramientas mucho más sencillas, fácilmente
accesibles y menos costosas que en épocas anteriores, se puede convertir en
editor, "impresor" y distribuidor de sus propias obras. El mundo de la edición
se ha modificado notablemente gracias a los ordenadores a los que
Nelson llamó
"máquinas literarias". La nueva impresión digital en
papel o en otros medios o
formatos de texto electrónico como los
e-books o los archivos .pdf y, sobre todo,
la publicación y difusión de hipertextos en la Web, han revolucionado no sólo el
mundo del libro y de la edición, sino también todo el
Cierto es que se pueden producir nuevas formas de analfabetismo no por la incapacidad de
leer y escribir, sino por la incapacidad de manejar los nuevos medios
tecnológicos o por la imposibilidad
de acceder a las nuevas formas de transmisión de lo escrito (la brecha digital
puede deberse a la falta de infraestructuras que impidan tener acceso a la red o
a un teléfono -el 63% de la población nunca ha hecho una llamada telefónica-, no tener acceso al dinero, etc.). No
basta la alfabetización, hay que dominar las interfaces y tener acceso a ellas,
saber navegar y buscar información en Internet,
elaborar páginas web, aprender a
leer y escribir imágenes y sonidos o conocer las técnicas para elaborar y
escribir nuestras
propias películas, etc. pero una vez alfabetizados en el nuevo entorno
electrónico y digital, la aparición de las nuevas tecnologías facilita ciertas
tareas, mejora muchos procesos y ofrece nuevas oportunidades para el acceso
universal a la información y la participación en la elaboración y construcción
de conocimiento. En el campo de la documentación, la aparición del hipertexto
supone, sin la menor duda, una mejora evidente y empírica y la Web, en potencia,
se ha convertido en una especie de biblioteca universal en donde cualquier
persona, desde cualquier parte del mundo y en tiempo casi real, puede acceder y
contribuir a esa enorme memoria humana colectiva que se abre como base de
información y conocimiento universales. Las desigualdades de producción y
acceso
no vienen impuestas por la tecnología, sino por la existencia de un sistema
económico y social terriblemente injusto y desigual.
La pantallaEn el mundo hipertextual,
Las pantallas planas con tecnología TFT (Thin Film Transistor)-LCD (Liquid Cristal Display), de gran contraste y resolución de imagen, han supuesto una revolución para el diseño puesto que son sumamente delgadas- ocupan unos pocos milímetros-y gastan muy poca energía. Incluso los televisores fabricados con esta tecnología han logrado una imagen de gran resolución, calidad en el brillo y contraste y un mayor realismo, y suelen ser compatibles con otras aplicaciones digitales como vídeo, DVD, etc. En 1939 apareció este comentario en el diario The New
York Times: "El problema con la televisión es que la gente debe sentarse y mantener sus
ojos pegados a la pantalla; la familia común americana no tiene tiempo para
ello. Por lo tanto, la gente del espectáculo está convencida por esto mismo, de
que la televisión nunca llegará a ser un serio competidor de la radio". ¿Qué es lo que ha sucedido en estos 50 años? .
Manuel Castells afirma que a mediados de la década
de los 90 había más de mil millones de aparatos de televisión en el mundo.
Según el Dentsu Institute for Human
Studies, en Japón, la familia media ve la televisión 8 horas y 17
minutos diarios, y según Nielsen,
en Estados Unidos los monitores de televisión están encendidos unas 7 horas de
media y los adultos la ven una media de 4 horas al día. Todos estos ejemplos son
citados por Jeremy Rifkin en La era
del acceso, quien además afirma: "Pensemos que hace sólo cien años
broadcast (transmitir) era aún un término agrícola que se refería a la siembra
de semillas." Así pues, es el triunfo imparable de los media con ventaja
hegemónica para la televisión, y la presencia constante de un monitor de
televisión en nuestras vidas. Pero ¿qué está sucediendo ahora? Las pantallas se han convertido en las verdaderas protagonistas del mundo digital. Ahora combinan el mundo informático y el de la información y comunicación, convergiendo en ellas todas las tecnologías y todos los medios de información y comunicación. Gracias a las pantallas no sólo nos movemos por la Web y recorremos los espacios de Internet, sino que podemos ver la tele y consultar el teletexto, oír la radio, escuchar nuestro CD favorito y también conectar cualquier aparato digital: cámaras o videocámaras digitales, DVDs, vídeos, consolas de vídeo-juegos, etc. Para mayor sensación de realismo, muchas pantallas llevan incorporados circuitos de sonido y potentes amplificadores que crean un campo de sonido envolvente de 360º. En suma, disponemos del cine, la radio, la televisión, acceso a todos los periódicos digitales, a nuestros vídeos y fotografías, a escuchar música, a visitar museos o acceder a mundos virtuales y a disponer de toda la gran biblioteca universal que es la World Wide Web, gracias al hipertexto, en el salón de nuestra propia casa. Nuestra iconosfera ya no será predominantemente de imágenes estáticas, sino audiovisual e interactiva. Los monitores se han aplanado hasta convertirse en unos paneles de finísimo grosor, pero de muchas pulgadas de longitud. La pantalla ahora es una lámina delgada que puede empapelar la pared de una habitación u ocupar todo el techo del salón. Ahora sí que podemos sumergirnos y vivir en las pantallas, como dice Sherry Turkle en su libro "Life on the Sreeen: Identity in the Age of the Internet" donde nos habla de la adopción de nuevas identidades en los mundos virtuales de la pantalla. El problema de este nuevo mundo
en las pantallas radica en que el grado
Rifkin afirma que "Mediante el control de la información y las nuevas tecnologías de comunicación, los vendedores acaban desempeñando el papel que antes solían tener las escuelas, las iglesias, hermandades e instituciones cívicas y vecinales, en la creación, interpretación y reproducción de la expresión cultural, y en la conservación de las categorías culturales". Y anuncia del peligro del control de los accesos por parte de las grandes compañías de los medios de comunicación, algo que ya está sucediendo con el control de los grandes portales o puertas de acceso a la red. De igual forma, la mercantilización está entrando en actividades relacionadas con la búsqueda y acceso de la información contenida en la Web. Francis Pisani en su artículo Los motores de búsqueda, el saber y la publicidad, informa de que numerosas compañías pagan a los buscadores para que sus sitios web aparezcan bien ubicados cuando un internauta hace una consulta relacionada, de lejos o de cerca, con su área de actividad. Es decir, las empresas compran sus puestos para aparecer en las primeras posiciones de las listas de los buscadores o bien para recibir un trato "especial" en los indexadores. Pisani concluye: "En la era del conocimiento, las técnicas de indexación y de visión están adquiriendo cada vez más un papel de utilidad pública. Ninguna alteración en su funcionamiento debe ser inocente". Sin embargo, aunque el ciberespacio sea un inmenso centro comercial de escala planetaria, todavía quedan algunas islas de sumo interés y se pueden construir muchos más territorios, e incluso configurar enormes archipiélagos de participación, colaboración en la producción de información y en la defensa y puesta en práctica para que ésta esté accesible de forma universal. De igual manera, también se pueden crear nuevos espacios para la acción social tanto dentro, como fuera de las redes y estos espacio se pueden fortalecer mutuamente, y la llamada Web 2.0 es una clara prueba de ello. Al igual que el cine se ha convertido en una maquinaria industrial para el consumo de masas y la televisión en una fábrica de televidentes pasivos que consumen desaforadamente marcas publicitarias y programas basura, los usos de Internet se están encaminando hacia el ocio, el consumo y el entretenimiento masivos. Nada nuevo bajo el sol. Pero siempre quedan resquicios para el buen cine, la literatura de calidad en soporte papel o en la red, y la ventana abierta a la biblioteca universal o archivo de conocimiento compartido que es la Web, y al amplio espacio de comunicación e interacción que abre Internet. La realidad real y la realidad virtual se mezclan y confunden ahora en la misma pantalla, y la ambigüedad será incrementada por el sonido envolvente y por la mejora alcanzada en la elaboración de imágenes por ordenador y mundos en 3 dimensiones. Rheingold en su obra Realidad Virtual, nos advierte de que "la realidad está desapareciendo tras una pantalla" y que "la propia realidad se puede convertir en una mercancía fabricada y cuantificada". No es sólo la presencia constante de la pantalla de la
tele o del ordenador, también otras pantallas
Vemos la vida a través de las pantallas y vivimos a través de las pantallas. Ahora las guerras se nos presentan como una representación incruenta donde no hay sangre ni cadáveres, sino fuegos de artificio tecnológicos y bombas asépticas asistidas por ordenador. Y también vivimos la vida a través de las pantallas creando mundos virtuales, simulados y realidades paralelas. Incluso para tomar fotografías -antaño el arte de la objetividad y el realismo-, ya no miramos a través del objetivo, sino que encuadramos la imagen dentro de una pantalla. Pero las pantallas no sirven únicamente para la vigilancia y el control social, o para manipular la realidad o salirse de ella, las pantallas también hacen posible la expresión artística, la información, la comunicación y la colaboración en el conocimiento a distancia. Y las pantallas hacen posible el hipertexto. No es extraño que, igual que toda luz, las pantallas también produzcan sombras. Ventanas en la pantalla: las páginas del hipertextoLa proliferación de pantallas, y más concretamente, lo que se denominan
ventanas dentro de la pantalla del ordenador, fraguan el hipertexto. Las
ventanas superpuestas en una pantalla hacen posible la
multisecuencialidad del
hipertexto. Las páginas del hipertexto no son un rosario Igual que la lectura del hipertexto se puede fragmentar en múltiples ventanas, es corriente ahora fragmentar la pantalla del televisor en varias ventanas para ofrecer varias imágenes a la vez o para mostrar una acción o un hecho visto desde diferentes perspectivas, algo muy utilizado en los acontecimientos deportivos. El marco en la pintura era también una ventana, un recuadro que servía para
separar la realidad de su representación. La ventana sirve tanto para tomar
imágenes (encuadre de la cámara
En las bibliotecas y centros de documentación era muy importante el tipo de soporte utilizado, ya que éste condicionaba la forma y lugar del almacenamiento físico del documento y también la forma y lugar precisos para su posterior recuperación. Sin embargo, este rol preponderante del soporte, ha ido cediendo paso al contenido y más concretamente al acceso al contenido. El contenido se convierte en el verdadero protagonista de la información, el papel ha dejado de ser su soporte privilegiado y ahora cobra importancia la pantalla, y las posibles y múltiples ventanas que se abren y cierran dentro de ella y que permiten una multisecuencialidad en la lectura. El documento digital siempre tiene un emplazamiento de inscripción material, aunque éste permanezca oculto y remoto y se actualice en nuestra pantalla de ordenador viajando a través de las redes. El documento se ubica en la memoria del ordenador que hace las veces de servidor, en tanto que nuestro ordenador hace la función de cliente para poder acceder al servidor. Cuando desaparece ese emplazamiento, el documento desaparece. El soporte físico puede estar a miles de kilómetros de nuestra pantalla, pero los electrones viajan a través de las redes. Ya se habla hoy de texto
Se habla de la existencia de una histórica dialéctica entre imagen y texto cuyo triunfo es de la imagen sobre el texto y de la existencia de una nueva racionalidad. Si antes era la tinta sobre el papel, ahora son los píxeles en la pantalla los que representan la información. El texto parece haberse reconvertido en una imagen al utilizar la pantalla como nuevo soporte.
Bibliografía:
La escritura
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