María Jesús Lamarca Lapuente. Hipertexto: El nuevo concepto de documento en la cultura de la imagen. |
Desde la invención de la imprenta, el texto
impreso en todas sus variantes (libros, folletos, revistas, periódicos, etc.) ha
sido el
La denominación "sociedad de la información" tiene
su razón de ser. Según un estudio realizado por
Peter Lyman y Hal R. Varian de la
School of Information
Management and Systems de la
Universidad de California,
Berkeley, la cantidad de nueva información almacenada en todo tipo de
soportes como papel,
película, soportes magnéticos y
ópticos se ha duplicado en
los últimos tres años. Se calcula que en 2002, el volumen de información
recopilada en dichos soportes equivale a medio millón de nuevas bibliotecas cada
una con similar tamaño a la
Biblioteca del Congreso de Estados Unidos. La información nueva almacenada
en todo Mientras que el uso de papel como soporte de almacenamiento de información creció un 36% en los últimos tres años (y ello no sólo debido a la publicación de libros, folletos, periódicos y revistas, sino en mayor medida debido al imparable uso y abuso de impresoras y fotocopiadoras que son las responsables de la mitad de todo el volumen de papel generado), el soporte magnético aumentó un espectacular 80% en ese mismo período. El medio de información que ha presentado una mayor crecimiento ha sido Internet. En el año 2003, 600 millones de personas en todo el mundo tenían ya acceso a la red. En 2000, la Universidad de Berkeley estimaba que entre 20 y 50 terabytes de información discurrían a través de la World Wide Web, mientras que en 2003, se calcula esta cifra ascendía ya a 170 terabytes, contando únicamente las páginas webs fijas. Este volumen es 17 veces el tamaño de los fondos impresos de la Biblioteca del Congreso. (Para hacernos una idea aproximada de estas nuevas medidas de información, un terabyte equivale a 1.000.000.000.000 bytes que traducidos a un soporte físico como es el papel se materializarían en la tala de 50.000 árboles. La Biblioteca del Congreso de Estados Unidos ocuparía 10 terabytes). La aparición del hipertexto ha abierto la puerta a un debate renovado sobre los medios. La cuestión se suele centrar en considerar al hipertexto como un nuevo medio en igualdad de condiciones que los medios tradicionales, sin embargo, el hipertexto no es un nuevo medio, sino una mejora tecnológica con respecto a los otros medios y prueba de ello es que el hipertexto, y más concretamente, la hipermedia, integra los medios tradicionales y supone una trasformación profunda de todos ellos y, en particular, del texto impreso, subsumiendo las ventajas de la tecnología de la imprenta y añadiendo nuevas funcionalidades a las que ofrece ésta. En la siguiente tabla se resumen las diferencias principales entre texto e hipertexto en relación a distintos factores como son la estructura de la información, el tipo de soporte, los modos de lectura y otros aspectos relacionados con el contenido, uso, etc.
El hipertexto no hubiera sido posible sin el desarrollo de la tecnología informática, no existe hipertexto sin la tecnología digital y su tratamiento con ordenadores y a este fenómeno tecnológico se ha sumado el desarrollo de las redes telemáticas. El aspecto tecnológico ha sido, pues, un factor decisivo para el desarrollo de este nuevo sistema de organización y acceso de la información. Pero cabría además preguntarse ¿existe algún factor de tipo conceptual que haya contribuido o haya hecho posible el surgimiento de este nuevo sistema? y ¿existe realmente lo que algunos autores han venido en denominar la nueva racionalidad del hipertexto? P. Landow Estos precursores del hipertexto o protohipertextos son:
El hipertexto hace posible, por un lado, asociar el uso de notas, citas, referencias, glosarios, anexos, etc. al texto principal, permitiendo acceder a todo este corpus de forma simultánea. Y por otro, el hipertexto hace posible la concreción de la gran biblioteca del conocimiento borgiana, esto es, permite compendiar todos los saberes humanos en un gran corpus de conocimientos que ahora puede estar accesible. Se trata del viejo ideal de los enciclopedistas del siglo XVIII y que se remonta a varios siglos antes. Asimismo, los críticos de la narrativa hipertextual, se apoyan en la existencia de una corriente conceptual -que en los últimos 30 años ha cobrado gran vigencia gracias a las ideas de Barthes, Foucault y los filósofos postmodernos, que ha favorecido la importancia del lector y las denominadas obras abiertas. Estas teorías vendrían a confluir en el hipertexto, ya que éste permite poner un texto en relación con otros textos, analizarlo en contexto y unir obras literarias distintas, aunque se hallen separadas por el espacio y el tiempo. Esto ha dado origen, por un lado, a la existencia de una serie de obras hipertextuales enfocadas hacia la crítica literaria, y por otro, al surgimiento de una nueva corriente narrativa que explora las posibilidades del nuevo medio hipertextual. El paso del texto al hipertexto se puede analizar, pues, como vamos a hacer aquí, desde 2 perspectivas distintas:
Aunque ambas perspectivas son a veces difíciles de separar, puesto que están indisolublemente ligadas y se condicionan una a la otra, como veremos a continuación. Bibliografía:
Del papel a la pantalla
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