María Jesús Lamarca Lapuente. Hipertexto: El nuevo concepto de documento en la cultura de la imagen. |
Si confeccionamos un hipertexto utilizando únicamente nodos, enlaces y anclajes, la navegación a través de la información será confusa y podremos perder el rumbo de lectura. Además hay que tener en cuenta que la arquitectura estructural de un hipertexto no tiene por qué coincidir con la arquitectura navegacional.
En un libro, la
lectura secuencial y el número y situación de las páginas nos indican en todo
momento en qué lugar del documento nos encontramos y qué lugar ocupa esa página
Los problemas de la
navegación por un hipertexto, ya fueron teorizados por Conklin y
Nielsen al destacar la desorientación y el desbordamiento
cognitivo que puede provocar la lectura hipertextual. La gran cantidad de información almacenada
(y mucho más aún en el caso de la World Wide Web)
puede causar en el lector la impresión de que existe mucha más información de la
que se puede llegar a leer. Además, la navegación puede suponer una carga
cognitiva nueva y no familiar porque estamos acostumbrados al texto lineal y no
a la multisecuencialidad del
hipertexto. Para paliar o resolver el problema
del desbordamiento cognitivo, se debe organizar la información de tal manera que
el lector o usuario pueda recuperar la información más relevante o precisa por
medio de consultas. Esta labor se lleva a cabo estableciendo un sistema de
búsqueda y de recuperación adecuados, además de poner en práctica todos los
recursos técnicos que se utilizan en documentación: utilización de lenguajes
documentales, sistemas de indización y
clasificación, etc; que, junto con
En cuando al problema de la desorientación, ésta se produce frecuentemente en el hipertexto ya que no hay un único camino ni un solo hilo conductor de lectura; los enlaces facilitan que el usuario vaya de una página y de un tema a otro, que se desvíe de la intención inicial y se disperse en otros asuntos. Una vez que se ha accedido y se han recorrido varios documentos, el usuario olvida a menudo cómo llegó hasta ese punto y por qué ha accedido a dicha información. Entonces se replantea qué está buscando o cómo retroceder al punto de inicio. Además, existen otros factores que pueden agudizar la desorientación en el usuario, como son una escritura confusa y mal organizada del contenido, ineficiencia del sistema, mala organización de la estructura hipertextual en los nodos y enlaces, etc.
Los problemas arriba apuntados,
puede resolverse mediante una serie de herramientas que faciliten la
navegación
y que ayuden
al usuario
no sólo a no perderse, sino a encontrar de forma rápida, sencilla y
eficiente, lo que busca. Navegar por el hipertexto no es una tarea en sí
misma, sino un medio para realizar otra tarea: tener acceso a un documento,
consultar un contenido, etc.
La construcción de mapas de navegación, guías de
navegación
y otro tipo de
herramientas, como las utilizadas en este hipertexto:
Es pues, imprescindible, la existencia de una buena interfaz que permita que el usuario interactúe con los contenidos. La
libertad que posee el usuario al elegir una trayectoria
que marcan los anclajes, puede descubrir relaciones e informaciones
insospechadas, pero también puede producir sensación de viaje a la deriva,
pérdida de orientación
y desbordamiento cognitivo. Ante el problema de la desorientación, se
utilizan herramientas de navegación y
otros mecanismos que ayuden o guíen
Yin Leng Theng y Harold Thimbleby acuñaron el término LIH (Lost in Hyperspace) atribuyéndole, además de la componente psicológica del usuario del hipertexto, una componente técnica, pues de ella depende un buen diseño acorde con las necesidades de los usuarios y también la creación de herramientas de autor que faciliten la correcta generación de un hipertexto. Desde los orígenes del hipertexto y para evitar esta desorientación se han ido generando y añadiendo una serie de instrumentos al hipertexto, como la inclusión de menús al principio y final de cada página, la incorporación de marcos o frames que incorporan tablas de contenido, mapas de navegación, etc. También se ha convertido en un uso corriente la utilización de mapas semánticos, el uso de metáforas, así como la mejora continua de los navegadores. Por otro lado, se han ido normalizando las interfaces gráficas de usuario y las estructuras de los hiperdocumentos. La navegación de un hipertexto se apoya tanto en herramientas internas (la interfaz de navegación del propio hipertexto) como en herramientas externas (el programa navegador que se utilice para la visualización). Casi todos los navegadores existentes proporcionan las mismas funcionalidades y herramientas como la vuelta atrás, avance, ir a la página de inicio, acceso directo a un buscador, acceso directo a bookmarks o páginas favoritas, histórico de navegación, etc. Un hipertexto es en sí mismo una estructura de organización de la información presentada en forma de red de elementos unidos mediante relaciones. La forma multisecuencial de presentar la información puede causar sobrecarga de información y, sobre todo, desorientación, si los trayectos seguidos hasta los documentos son múltiples. Por eso se usan los mapas de navegación o meta-nodos, con información sobre otros nodos. Lluis Codina en El libro digital y la www, resume de esta forma los elementos de un sistema de navegación:
Fuente: CODINA, Lluis. El libro digital y la WWW. Madrid, Tauro Ediciones, 2000. [ Para este autor, las herramientas de navegación deberían estar disponibles en cualquier contexto y en cualquier momento para que el lector pueda acceder directamente a los mapas, índices e indicaciones que forman parte de la estructura de navegación. Pero además de los mapas de navegación en forma de sumarios, índices, listas de enlaces que favorezcan la localización de la información u otro tipo de trayectos de orientación, que merecen un capítulo aparte por su importancia, entre las principales herramientas de navegación podemos destacar las siguientes herramientas de orientación, acceso y búsqueda: Veamos con detalle estos mecanismos de ayuda o herramientas de navegación.
Visitas guiadas
Una visita guiada es el camino lineal a través del espacio de información que puede utilizarse, por ejemplo, para ayudar a los usuarios a familiarizarse con los contenidos del hipertexto. Un hipertexto puede ofrecer varias visitas guiadas entre las que el usuario puede elegir una. Hay que prever, con mecanismos de salida, que el usuario pueda dejar la visita cuando quiera, o que pueda continuar navegando por el resto del hipertexto. Es interesante, también, que el usuario pueda retomar la visita justo en el punto donde la ha interrumpido. Por eso es muy útil el establecimiento de una visita guiada de todo el sitio web, o la creación de distintos itinerarios guiados para que el usuario pueda escoger la ruta que le interese, sin perderse en el intrincado entramado que puede suponer una red o estructura hipertextual muy compleja. Para esta funcionalidad son muy útiles los botones de página o barras de navegación.
Mecanismos de vuelta atrásLa posibilidad de volver al nodo anterior, es otro de los mecanismos que pueden ayudar a los usuarios a superar el problema de la desorientación. En los hipertextos independientes se precisa, pues, un histórico que permita acceder a los nodos previamente visitados. Este mecanismo puede consistir en una lista activa de los nodos visitados o en mostrar una representación gráfica en miniatura. También puede emplearse algún tipo de señal para marcar los nodos a los que se desea volver posteriormente. En la Web, el menú contenido en los propios navegadores nos ofrece la posibilidad de volver a la página anterior. Pulsando varias veces sobre la tecla de retroceso, nos permitirá deshacer el camino recorrido hasta el punto que elijamos. En determinados casos también es muy útil incluir un botón o un enlace de retroceso dentro de la propia página web, no sólo para retroceder a otro nodo anterior, sino a una posición específica de una parte concreta de un nodo. Por ejemplo, en el caso de consultar una referencia contenida en la propia página pero alejada de su punto de origen, es muy útil que, una vez consultada, la propia referencia nos conduzca otra vez al punto de origen mediante un botón de retroceso o un enlace con la palabra Volver. La herramienta de vuelta atrás en el navegador nos conduce a la última página que hemos visitado, y no hay que confundir esta función con la posible existencia en la página web de un botón o enlace que nos lleva a la Página anterior. Este enlace, creado a instancias del autor de la página, puede conducirnos a un destino que forma parte de una visita guiada y no nos conduce a la página anterior visitada, sino a la página anterior dentro de una trayectoria secuencial determinada que ha sido anteriormente establecida por el autor. Los navegadores también cuentan con un histórico de los nodos visitados que nos permite un acceso directo posterior con sólo pulsar los enlaces de las páginas visitadas en las últimas horas, días o semanas, o incluso nos permite acceder al contenido de las páginas fuera de línea, si previamente las hemos descargado y permanecen en un archivo temporal de nuestro ordenador. Etiquetado y vista previa de enlacesPara que el usuario no tenga necesariamente que pulsar sobre un enlace y desplazarse a un nodo de destino para conocer la información que contiene, es muy útil emplear el llamado etiquetado de una enlace. Esta herramienta permite que el usuario tenga una información previa de hacia dónde conduce el enlace o qué tipo de información contiene. Cada etiqueta <A HREF> (que corresponde al etiquetado de un enlace en lenguaje HTML), puede modificarse para que reaccione ante eventos como mover el puntero del ratón sobre el enlace o seleccionarlo. Un enlace así etiquetado, puede originar que se active una frase explicativa de a dónde conduce ese enlace. En la Web, esta herramienta se logra mediante HTML dinámico o mediante un elemento JavaScript que, al pasar el ratón sobre el enlace, muestren la frase explicativa bien en la barra de estado del navegador, bien en una pequeña ventana de texto u ofreciendo información alternativa en otra ventana o marco. La presentación del enlace previo también puede estar animada (cambiar de forma o color, mostrar una lista desplegable, etc.) o puede abrirse y cerrarse mediante movimientos de ratón. La mayor parte de los navegadores muestran la URL de destino del enlace en la barra de estado, pero también existen otras modalidades. Generalmente, el lector no puede ver hacia donde apunta el enlace hasta que lo ha activado. Si el usuario ya ha visitado esa área del web, ya habrá obtenido un mapa mental, pero puede que necesite información adicional a la simple dirección URL para recordar que ya ha estado allí o ha visitado esa área. Con las herramientas y aplicaciones adecuadas, es incluso posible que se genere una miniatura de la página a la cual se apunta cuando se pasa el cursor sobre el anclaje de origen. Todas estas posibilidades obligan a que el autor del hipertexto realice previamente este trabajo. Pero en el entorno Web también hay otras posibilidades: que lo haga el propio enlace. Generar manualmente miniaturas puede hacerse para sitios pequeños y sitios web que permanecerán inalterables y con contenidos estáticos, pero es impracticable para sitios grandes o websites que soporten un gran número de cambios y modificaciones. En estos casos será necesaria la generación automática de miniaturas.
Miniatura de esta página Mecanismos de Búsqueda y recuperación de la informaciónLos mecanismos de búsqueda que faciliten el
acceso, la búsqueda y la
recuperación de la información, son herramientas básicas en un hipertexto para
completar la navegación por el espacio de la información hipertextual. En muchos
casos, el usuario no busca
navegar, sino acceder a la información de forma
directa.
Para realizar la búsqueda, se siguen estos pasos: el usuario introduce uno o más términos de búsqueda; el sistema busca los términos por medio de índices y otros mecanismos; y el sistema responde mostrando los resultados. Para llevar a cabo este proceso se necesita, además de establecer tanto interfaces de consulta como de respuesta adecuados, establecer los mecanismos que hagan posible esta labor (creación de bases de datos, uso de indización manual o automática, diseño y aplicación de herramientas de búsqueda automatizadas, etc.) La presentación de resultados puede ser muy variada: el sistema devuelve la primera ocurrencia del término, una lista de ocurrencias o puede integrar los resultados de la búsqueda en el mapa del hiperdocumento, resaltando los nodos en los que aparece el término buscado. MetáforasUna herramienta muy útil es el empleo de metáforas o la utilización de conceptos y modelos del mundo real, con los cuales los usuarios estén familiarizados, para representar información digital y hacer que el documento sea más comprensible. Se trata de representaciones analógicas por medios digitales. La utilización de tarjetas o fichas, o el dibujo de páginas para representar documentos, el uso de archivadores para simbolizar los directorios, papeleras y demás artículos de escritorio, el empleo de una lupa para simbolizar la búsqueda, la interrogación para la ayuda, el buzón o la carta para el correo electrónico, la casa para la página principal o de inicio, una puerta para la salida, etc. han sido y son algunas de las metáforas más utilizadas.
También es muy común la utilización de la metáfora del viaje con el empleo de mapas cartográficos, señales de tráfico y otras señalizaciones que parecen sacadas del mundo real.
Los modelos en 3 dimensiones y de realidad virtual, han conseguido llevar esta herramienta hasta límites asombrosos. He aquí un ejemplo de ello. Cospace fue un ambiente compartido experimental en 3D para navegadores de Web. En Cospace los usuarios estaban representados por avatares y podían comunicarse unos con otros. Esta herramienta la desarrollaron Thomas Kirk y Peter Selfridge de los Laboratorios AT&T.
Fuente:
An Atlas of Cyberespaces. Three Dimensional Information Spaces.
Las técnicas para el diseño y navegabilidad de un hipertexto son muchas y variadas. Pero hay 3 reglas básicas importantes:
Pero las herramientas de navegación no se limitan al diseño y navegabilidad del hipertexto en sentido estricto, sino que forman parte de un conjunto más amplio de aspectos que tienen que ver con el llamado diseño conceptual y su puesta en práctica mediante un conjunto de herramientas que hacen posible su utilización por parte del usuario. Todo ello conforma un complejo sistema que se ha denominado arquitectura de la información. Entre estas técnicas estarían englobados conceptos tales como usabilidad, interactividad y accesibilidad del hipertexto. Como ya dijimos, el concepto de usabilidad es bastante abarcador, ya que agrupa dentro de su ámbito tanto los aspectos referentes a la navegabilidad como a la interactividad, así como las técnicas de presentación de los datos, tecnologías utilizadas, etc. En este sentido, es muy útil distinguir 2 grupos de aspectos diferenciados, los que corresponden a la Web como interfaz de software de los aspectos que corresponden a la Web como sistema de hipertexto, tal y como distingue Jesse James Garret en The elements of user experience, el primer grupo de aspectos está orientado a las tareas y el segundo grupo de aspectos se orienta a la información.
Fuente: Elaboración propia a partir de Jesse James Garrett. The Elements of user experience. http://www.jjg.net/ia/elements.pdf Así pues, es muy útil la distinción entre el diseño centrado en el usuario y el diseño centrado en el uso. La Web entendida como interfaz de software se centra en el uso, mientras que la Web entendida como sistema de hipertexto, se centra en el usuario. El hipertexto permite organizar la información de distintas formas dependiendo de las necesidades de cada usuario. Este será, en última instancia, quien tome la iniciativa para elegir lo que más le interese leer y consultar, y el orden en que lo haga. Por tanto, la estructura del hipertexto debe facilitar la localización de información relevante para cada usuario. El autor de un hipertexto debe ofrecer la información de forma coherente y ordenada y utilizar todas estas herramientas anteriormente expuestas: índices jerárquicos, sumarios, mapas de la estructura del documento, opciones de vuelta a la página principal o a la página anterior, marcas que indiquen qué nodos se han visitado con anterioridad o mapas que indiquen el recorrido seguido hasta ese momento. Lo más lógico es que el hiperdocumento se vertebre en torno a una estructura jerárquica y se complete mediante relaciones asociativas, pero no deben faltar otras herramientas de orientación en la lectura que se ha realizado ya o en la lectura posible, y otros elementos como índices temáticos y alfabéticos, sumarios de todo tipo y, por supuesto, algún sistema de búsqueda por palabras clave, con el fin de que se pueda recuperar de forma directa la información que se precise en ese momento, sin tener que navegar el hipertexto. Bibliografía
Mapa de navegación / Tabla de contenido / Mapa conceptual / Tabla de documentos / Buscador / Bibliografía utilizada / Glosario de Términos / Índice Temático / Índice de Autores
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