Información y Conocimiento

María Jesús Lamarca Lapuente. Hipertexto: El nuevo concepto de documento en la cultura de la imagen.


 
 

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"La mente no es un recipiente por llenar,
 sino un fuego por encender".
Plutarco.

"Es un milagro que la curiosidad
 sobreviva a la educación formal".
Einstein.

"El alimento para la mente es como el alimento para el cuerpo:
 las entradas nunca son iguales que las salidas".

 Marshall McLuhan.

Este capítulo está especialmente dedicado a
 Antonio García Valdecasas y Ana M. Correas,
prodigiosos haplorrhinos del Museo Nacional
de Ciencias Naturales de Madrid.

María Jesús Lamarca
 

La revolución que supuso la imprenta en todos los órdenes de la vida (sociales, culturales, económicos, políticos, religiosos, laborales, educativos, científicos, tecnológicos, etc.) se suele comparar con la revolución que ha supuesto la explosión de Internet. Si la primera supuso un salto del mundo manual al mundo mecánico, la segunda ha supuesto el paso del mundo analógico al mundo digital. Todos estos mundos no se excluyen, sino que conviven y se superponen en las vidas de millones de seres humanos en los albores del siglo XXI, una época que, pomposamente, se ha venido en denominar: la era de la información y la comunicación y una sociedad que se autodenomina: sociedad de la información y del conocimiento.

gráfico de la agricultura a la informaciónLo cierto es que la aparición de las nuevas tecnologías ha desestabilizado el sistema cultural, económico, institucional, legal, político, social, etc. y ha cambiado los modos de aprendizaje y acceso a la educación, la cultura, el arte, la ciencia, etc. de igual forma que en su tiempo lo hizo la imprenta:

"Para comodidad de todos aquellos que se divierten con las letras, no fue jamás encontrada una bella invención como aquella de la imprenta. Arte verdaderamente de grandísimo ingenio y muy provechosa; fue ella la causa del despertar del mundo, el cual estaba adormentado en la ignorancia. Esta bendita imprenta ha provocado que la mayor parte de las gentes, tanto hombres como mujeres, sepan leer, y la más importante que la filosofía y la medicina y todas las otras ciencias fueran reducidas e impresas en esta nuestra lengua materna, en forma que cada uno pueda saber su parte; y quizás un día será el tiempo que todos seremos doctos en un modo ... y la causa de esto ha sido la imprenta, que tanto beneficio ha dado al mundo.". L . Fioravanti: Specchio di scientia universale", 1564.

A pesar de estas bellas palabras de L. Fioravanti, un cirujano de mediados del siglo XVI, el acceso a la educación y la cultura sigue estando vetado, aun después de las revoluciones de la imprenta y de Internet, para miles de seres humanos. Sin embargo, esto no se debe a las nuevas tecnologías per se, sino a las desigualdades sociales producidas por el orden socioeconómico imperante que se manifiestan tanto en el mundo analógico como en el digital, ya que estas últimas se superponen  a las del primero. A esto se une que  existen, además, diferencias sustanciales entre la alfabetización en un entorno analógico y la alfabetización en un entorno digital. La alfabetización en un entorno digital precisa no sólo de unos determinados conocimientos más o menos técnicos (más complejos aun que los que se precisaban en el mundo de la lectura y escritura analógicas), sino también de determinados instrumentos mediadores que hagan posible su acceso y uso (acceso a electricidad y conexión a las redes de telecomunicaciones, acceso a determinados dispositivos de hardware como ordenador y otros periféricos de visualización, audición, escritura y control -tales como pantalla, teclado, ratón, tarjetas gráficas y de sonido, modem, etc-; acceso a software y programas, etc.) por eso se habla de que la brecha digital puede ahondar aún más la desigualdad social en el acceso a la educación y la cultura.

Si, actualmente, Internet se ha convertido en el mayor espacio de comunicación e interacción tanto entre seres humanos como entre estos y las máquinas, la World Wide Web se ha convertido en el mayor espacio de información existente en la actualidad. En la Web se hace real la biblioteca universal borgiana, la gran enciclopedia del conocimiento capaz de compendiar toda la información elaborada por los seres humanos presentes y pasados. El gran hacedor de este milagro es... el hipertexto, capaz de conectar los millones de documentos y recursos de diversos tipos que pueblan la telaraña mundial.

Si los primeros hipertextos eran una red desordenada de documentos y nodos enlazados de forma arbitraria y con carácter eminentemente asociativo, los inicios de la Web también siguieron la misma tendencia. Miles de personas e instituciones han volcado sus conocimientos en la red y se ha constituido un depósito universal de millones de documentos y recursos sin orden aparente alguno. La Web es una miscelánea de páginas personales, artículos científicos, operaciones mercantiles, noticias intrascendentes o serias, etc. en distintos formatos de archivos (html, xml, pdf, jpg, exe, etc.) y en diferentes morfologías (texto, imagen, audio, vídeo, programas y aplicaciones, etc).

De esta forma, un tema recurrente entre los pioneros y primeros teóricos del hipertexto como era resolver el eterno problema de la desorientación y el desbordamiento cognitivo que podía provocar ventanasen el lector la lectura hipertextual, ese mismo problema se acusa en el caso de la Web debido a la enorme cantidad de información almacenada que puede causar en los usuarios la sensación de que existe más información de la que se puede llegar a leer, además de la carga cognitiva nueva que puede suponer, para los lectores acostumbrados al texto lineal, no sólo la fragmentariedad y discontinuidad de la lectura que hacen posible tanto la exploración de la red hipertextual, esto es, la navegación, sino también la posibilidad de la lectura multisecuencial, esto es, la posibilidad de desplegar un texto o varios textos, en distintas ventanas sobre la pantalla. Las páginas de la Web no constituyen un rosario encadenado de hojas de papel, sino una sucesión -o superposición- de ventanas, puesto que la World Wide Web permite no sólo "zapear" por los documentos y recursos, sino también superponerlos unos sobre otros.

Lo cierto es que en la Web conviven varias formas de disposición de la información y existen varias formas de lectura y acceso al documento. Es el usuario quien opta por una exploración aventurera o por una navegación más coherente e, incluso es posible una búsqueda por interrogación, esto es, ir directamente a la información que le interesa. En el gran hipertexto por excelencia, la WWW, existen distintas formas de navegación, como también existen distintas formas de búsqueda, recuperación y acceso a los recursos.

En la Web conviven las técnicas de recuperación de la información basadas en la navegación, la exploración y el "ojeo" (entre las que cabe destacar 2 tipos principales: browsing y clustering), con las técnicas basadas en la interrogación (querying). Todas estas técnicas coexisten en el espacio y en el tiempo de forma que el usuario puede elegir entre definir previamente el objeto de su búsqueda para realizar una búsqueda directa (búsqueda por interrogación) o puede moverse por una estructura navegacional  y decidir sobre la marcha cuál es la información que le interesa a medida que explora la base de datos que se le va mostrando (búsqueda por navegación).

La solución al desbordamiento cognitivo y a la pérdida de orientación que se producen ante la ingente cantidad de información contenida en la Web y heterogeneidad de la misma pasa, al igual que sucedió con los primeros hipertextos, por organizar esta información y dotarla de un sistema de navegación y  un sistema de búsqueda adecuados. Para ello es preciso describirla (normalizando la descripción de su localización, formalización y contenidos), indizarla y clasificarla, y diseñar las herramientas adecuadas para llevar a cabo estas acciones.

En los últimos años ha habido importantes avances en el campo de la normalización y estandarización de los lenguajes hipertextuales. Al lenguaje HTML se le han sumado una serie de lenguajes que permiten dotar de una sintaxis o estructuración formal a los documentos presentes en la Web (entre los que cabe destacar el lenguaje XML y derivados convertido hoy en el lenguaje estándar para el intercambio de información estructurada), como otra serie de lenguajes que permiten dotar a la Web de una lógica y un significado, esto es, capaces de añadir contenido semántico por medio de metadatos normalizados a través de esquemas y ontologías, a todos y cada uno de los documentos y recursos presentes en la Web (tales como los lenguajes RDF, OWL, XFML, etc.) Sobre la base de estos lenguajes se han colocado los primeros cimientos de la llamada Web Semántica.

En el campo de los buscadores y navegadores también se han producido cambios relevantes. Desde 1993, año de la aparición del primer navegador gráfico Mosaic, o desde la aparición del primer motor de búsqueda para Internet, ARCHIE, que era en realidad una base de datos con información sobre el contenido de una serie de servidores de FTP que permitía localizar en qué servidor se encontraba un recurso concreto, pasando por las indizaciones manuales del primer sistema de recuperación que se desarrolló para la Web, Yahoo, se han desarrollado un gran número de herramientas y sistemas de búsqueda con múltiples y variadas funcionalidades que han mejorado notablemente la interfaz de usuario, logrando convertir el hipertexto de la World Wide Web verdaderamente en hipermedia y añadiéndole capacidades dinámicas e interactivas que mejoran notablemente su usabilidad. Recientemente han aparecido navegadores y buscadores semánticos y existen en la red numerosos buscadores especializados que facilitan el acceso a la información relevante en determinados campos del conocimiento o en determinados formatos (pdf, imágenes, audio, vídeo, blogs, noticias, etc.) haciendo que cada día disminuya la llamada Web invisible, esto es, toda esa gran masa de información que quedaba al margen de los principales buscadores por tratarse de datos en bases de datos dinámicas que debía rastrearse desde su propia ubicación web o que precisaban pasarelas o herramientas especiales para acceder a ellas.

blogger  YouTube

 Mozilla wiki   kartoo

Figuras: Ejemplos de nuevas herramientas interactivas y colaborativas en la Web.
Blogger:
http://www.blogger.com/, TouTube: http://www.youtube.com/,
Mozilla wiki:
http://wiki.mozilla.org/  y navegador Kartoo: http://www.kartoo.com/

También se están logrando importantes avances en el desarrollo de motores de búsqueda y uso de robots y agentes inteligentes para la indización, clasificación, búsqueda y recuperación de los documentos de la Web. Incluso existen buscadores como KartOO, que ofrecen una representación gráfica de los resultados de las búsquedas en forma de mapa donde se muestran tanto las páginas y su localización URL, como las relaciones que existen entre ellas.

En este sentido hay que destacar también los nuevos proyectos llevados a cabo para la representación de la información contenida en la World Wide Web tanto en forma gráfica como textual. Existen numerosas bases de datos que conforman índices y directorios textuales que nos pueden guiar tanto en la navegación por los documentos y recursos de la Web, como en la búsqueda directa de la información, pero también se han desarrollado mapas de la Web que intentan representar tanto su estructura formal, como su contenido. Si cualquier tipo de estructura funcional hipertextual (estos es, el nivel físico de nodos y enlaces), así como la estructura navegacional (esto es, el nivel de usuario) se puede representar gráficamente, también es posible representar la estructura informativa o de contenido de un hipertexto (nivel lógico), y la World Wide Web no es ajena a este hecho. Hace muchos años que comenzó a mapearse la estructura formal de la Web, porque la Web es un espacio, una red de nodos conexionados y enlazados, pero hoy también se está mapeando el contenido de la Web, porque la World Wide Web es una retícula de informaciones conectadas sobre diferentes ámbitos del conocimiento. De esta forma, la existencia de la Web está ayudando a mapear el conocimiento. Surgen así los mapas conceptuales que ofrecen un modo de representar la comunicación del conocimiento por medio de un lenguaje visual. Incluso el propio mapa puede utilizarse como componente de la propia Web hipertextual para dar acceso a la información sobre un campo concreto -o varios campos- del conocimiento. Esta metainformación contenida en la Web misma, contribuye a mejorar el conocimiento y ya existen medios normalizados para representarla, como la especificación Topic Maps, los lenguajes facetados como XFML o los documentos estructurados por medio de ontologías y lenguajes semánticos como OWL. Tampoco hay que descartar la utilización o adaptación de tesauros en la Web ya que los contenidos de los tesauros, algunos de los cuales abarcan el conocimiento de una disciplina completa,  son una potente base y una herramienta excepcional para la construcción de ontologías.

De la misma forma que en su día surgieron los grandes sistemas de clasificación tanto universales (LCC, Dewey, DCC, CDU, etc.) como especializados (clasificaciones enumerativas, facetadas, etc.) para la ordenación temática de los fondos de las bibliotecas y centros de documentación, se están buscando también métodos estandarizados y normalizados para la clasificación universal y/o especializada de la gran biblioteca global y enorme depósito de documentos y  recursos accesibles en línea que es la World Wide Web.

En la Web podemos navegar por la información o acudir a un buscador para realizar una consulta y que nos conduzca de forma directa y accesible a la información que nos interesa, pero como irónica y acertadamente afirma Lluis Codina en El libro digital y la WWW:"Información al alcance de la mano no significa información al alcance del cerebro". La información debe ser analizada e interiorizada para poder afirmar que hemos adquirido conocimiento. Sin embargo, la posibilidad de navegar por dominios completos o parciales del conocimiento y tener acceso a los documentos y recursos de una rama completa del saber o de una porción importante de ella, sí facilita la adquisición de dicho conocimiento. Es más, la utilización de ontologías, mapas temáticos y bases de conocimiento que permiten no sólo estructurar la información, sino también poder visualizarla gráficamente, navegarla y explorarla, también  favorece la comprensión de los contenidos y, por tanto, la información contenida en la Web es una fuente directa de conocimiento en mayor medida que lo era/es la información contenida en una biblioteca física, pues el sistema de ordenación de los fondos por materias permite adosar y adjuntar los materiales físicos impresos por temas ofreciendo una comprensión excesivamente general y demasiado superficial de una materia concreta, pero no permite conectar contenidos ni establecer relaciones jerárquicas, asociativas, referenciales, de amplitud y expansión de esos contenidos, secuenciales, multisecuenciales, etc. En suma, el texto tradicional impreso (esto es, el contenido) como cualquier tipo de soporte analógico (es decir, el continente), no permiten las relaciones que sí se producen en el hipertexto gracias a esa enorme y variada tipología de enlaces que permiten dos de las características esenciales del hipertexto: la conectividad y la digitalidad. En cierto sentido, se puede afirmar que el hipertexto al permitir navegar no sólo por la información, sino por el propio conocimiento lógico estructurado, también potencia y crea conocimiento.

De igual forma, la Web, como proceso de estructuración conceptual también aporta metaconocimiento. La Web Semántica pretende que los datos puedan ser utilizados y comprendidos por los ordenadores sin necesidad de supervisión humana, de forma que los agentes web puedan ser diseñados para tratar la información situada en las páginas web de manera semiautomática. Se trata de convertir la información en conocimiento, referenciando datos dentro de las páginas web a metadatos con un esquema común consensuado sobre algún dominio del conocimiento. Mediante los metadatos y el uso de ontologías consensuadas y normalizadas no sólo se especificará el esquema de datos que debe aparecer en cada instancia, sino que además se incluirá información adicional de cómo hacer deducciones con los datos, es decir, axiomas que podrán aplicarse en los diferentes dominios que trate el conocimiento almacenado. El objeto de la Web Semántica es que el contenido de la información sea comprendido por las máquinas y no por los seres humanos, sin embargo, la posibilidad de estructurar el conocimiento de forma que sea navegable y visible a los ojos y la comprensión humana es un paso adelante en la transferencia de la información hacia el conocimiento.

En otro orden de cosas, también vemos que la información ha saltado del medio impreso y del soporte del conocimiento por excelencia, el papel, a otro medio hasta ahora denostado y en pugna con el primero: la pantalla y que el vehículo considerado hasta ahora como base del conocimiento: el libro, empieza a ser sustituido de forma creciente por los píxeles en la pantalla. Muchos autores han visto este hecho con temor, ya que consideran que el texto se vería amenazado ante la explosión de las imágenes favorecidas por los multimedia.

Sin embargo, si hasta ahora la pantalla era el soporte por excelencia para ver imágenes y más concretamente, para visionar imágenes en movimiento acompañadas de audio pues era el medio por excelencia para el cine y la televisión y otros recursos audiovisuales, ahora la pantalla ha dado un paso adelante y se ha convertido en el medio por excelencia para ver información y no sólo información gráfica, sino también información textual.

La informática, producto de la matemática y de la lógica, del cero y el uno, dio un paso de gigante cuando se abrió al logos y a las "máquinas literarias" de Ted Nelson, padre del término hipertexto; pero con el desarrollo de las interfaces gráficas, la informática ha vuelto al símbolo, a la metáfora y la iconicidad como demuestra la presencia constante de imágenes y el paso del papel a la pantallas. ¿Es esto un retroceso para el pensamiento lógico? Nos atrevemos a considerar que, en absoluto, pues hoy el conocimiento no sólo se representa, sino que se presenta, esto es, se hace visual. El hipertexto, y el hipertexto por excelencia: la World Wide Web es en sí misma un espacio para recorrer, explorar, surfear y navegar y es un espacio que puede organizarse, estructurarse y semantizarse y, a pesar de la proliferación y la constante presencia de imágenes el hipertexto/hipermedia se basa, fundamentalmente en la palabra escrita, esto es, no existe hipertexto sin texto. El hipertexto es texto expandido, enlazado, conectado a otros textos, imágenes o recursos, pero la base fundamental sigue siendo el texto.

El paleontólogo y magnífico divulgador de la ciencia Stephen Jay Gould en Crónica de tres imágenes destaca el hecho de que la mayor parte de los de los artículos científicos exhiben ilustraciones, y en cualquier conferencia científica, en cualquier parte del mundo nunca falta un proyector de diapositivas, mientras que en el campo de las humanidades y las ciencias sociales, todo se salda con informes textuales, y satiriza al decir que le gustaría que le recordaran únicamente como creador de la siguiente ley: "Si en alguna ocasión os solicitan dar una charla para un departamento de humanidades, recordad que tenéis que pedir el proyector de diapositivas". Gould dice: "Las imágenes no son marginales o decorativas: la iconografía ofrece preciosas intuiciones sobre modos de pensamiento que las meras palabras a menudo  enmascaran o ignoran, precisamente porque confeccionamos nuestros discursos con gran cuidado pero en cambio revelamos inconscientemente nuestros secretos en aquellas "meras" ilustraciones". Y encabeza su artículo con una sorprendente cita de Goethe: "Deberíamos hablar menos y dibujar más; personalmente, me gustaría renunciar por completo al habla y, al igual que la naturaleza orgánica, comunicar todo lo que tenga que decir a través de bocetos". Gould nos recuerda que los primates somos animales visuales y que la atracción que sentimos hacia las imágenes como fuente de conocimiento es a la vez primaria y  omnipresente. La escritura, con su secuencia lineal de ideas, es un talento tardío en la historia de la cognición humana. Ya vimos que J. Català Domènech completaba esta idea de la importancia de las imágenes en el conocimiento, al hablar de la conversión, en el caso de los humanos, de la vista en mirada.

Para Gould, la iconografía llega a ser más reveladora cuando, más que objetos, debe representar procesos o conceptos. Y analiza 3 imágenes, presentadas en diferentes momentos históricos como representaciones esquemáticas de relaciones "objetivas" que, por supuesto, no lo son tanto; aunque eso no signifique que el cambio en la historia de las teorías científicas no pueda entenderse como un conocimiento más adecuado del mundo exterior a medida que "avanza" la ciencia. Vemos que las disputas siempre pendientes entre las imágenes y el texto, la objetividad y el relativismo, el mundo de las letras y el mundo de la ciencia vuelven a surgir a la hora de analizar los cambios culturales que subyacen a todo cambio estructural.

Vicente Verdú en su artículo Los niños son más listos que nunca afirma de forma rotunda que "frente al repetido diagnóstico de los adultos empeñados en descalificar a los adolescentes porque no leen, se opone la evidencia de que el conocimiento no se obtiene ya en las profundidades de la cultura escrita sino en las superficies del plano audiovisual. Este medio, expresado en pantallas, impactos y golpes de vista, posee una condición sustantivamente distinta. Ante el libro es indispensable aplicarse: saber esforzarse porque este saber y el esfuerzo de saber forman una hipóstasis práctica y moral erigida en virtud esencial". Para este autor, el antiguo sistema de conocimiento que precisa una atención intensiva ha sido sustituido gradualmente por el conocimiento y la experiencia extensiva. "Se aprende ahora no tanto por la profundidad en la lectura como de la superficialidad de la vista, el olfato y el oído. Se aprende panorámicamente, abigarradamente, y no polarizadamente. Así, al igual que el mundo, en general, tiende al trabajo en red, el saber se hace un tamiz tramado en las pantallas, los viajes, los nexos múltiples (...) Ahora todo el saber que de verdad importa se encuentra en las pantallas y sus metáforas".

A la multimedialidad del hipertexto que permite unir la racionalidad y la sensorialidad en la comprensión del texto, se une otra característica que viene a ahondar en la ruptura de la linealidad de la lógica textual y que hasta ahora no había sido posible con los medios analógicos: la  multisecuencialidad. Este fenómeno, totalmente nuevo para la lectura textual humana ha sido el causante de un gran revuelo conceptual y de una constante controversia entre los defensores del pensamiento lógico, argumentativo y racional que creen que la capacidad de pensar se ajusta más a la forma de narrar tradicional lineal, por lo que el hipertexto supondría una ruptura con dicho pensamiento lógico y argumentativo; frente a los que piensan que la mente funciona por asociación y que el hipertexto se ajustaría más a este proceso de pensar. Lo cierto es que tanto el razonamiento lógico tradicional como el razonamiento por asociación son constitutivos del pensamiento humano y que la nueva racionalidad del hipertexto permite no sólo una escritura lineal, sino también una escritura asociativa; y lo que es más importante, el hipertexto permite conjugar ambos tipo de escritura, lectura y pensamiento.

Un hipertexto puede servir para divertir, para anunciar un producto, para hacer transacciones económicas, etc.; pero también para informar, investigar, debatir, enseñar, hacer reflexiones conjuntas, etc. Información y conocimiento no son sinónimos, pero las posibilidades que ofrece el hipertexto para la formación, educación, investigación, la colaboración y el conocimiento compartido, han sido puestas de manifiesto por numerosos autores y el hipertexto se ha convertido en una herramienta de uso común para el aprendizaje en línea o fuera de ella.

Es el autor del hipertexto quien estructura la información y ofrece al usuario los bloques de información y los enlaces entre esos nodos de información, además de facilitar herramientas de navegación y métodos interactivos que faciliten el aprendizaje, pero es el propio usuario quien, en último término, elige las rutas que más le interesan y quien construye o amplía sus conocimientos. De ahí el paso del lector pasivo a un lector activo, y la conversión de este lector en usuario.

El fin de un buen hipertexto educativo no es solo transmitir información o  conocimientos acabados, sino que las posibilidades tecnológicas del hipertexto permitan que los contenidos remitan a distintas fuentes, ofrezcan lecturas abiertas a diferentes posibilidades de reflexión en función del interés del usuario, estimulen la investigación, hagan más fácil la elaboración de conclusiones individuales y posibiliten entornos colaborativos donde se pueda compartir conocimiento.

Además, el hipertexto también opera sobre la conciencia y metacognición del individuo puesto que el usuario es consciente de los procesos que está realizando al escoger los temas y secuencias concretos del hipertexto que quiere visualizar,  leer, comprender, aprender, etc. El usuario no está obligado a seguir la secuencia con la que el autor del hipertexto concibió un tema, sino que es el propio lector el que acomoda el texto a su antojo, organiza su lectura, la expande, amplía, profundiza, etc.

Diseñar un buen hipertexto requiere una estructuración rígida y compleja para que, paradójicamente, su uso sea muy flexible y sencillo. La estructura funcional y la estructura navegacional deben estar al servicio de la estructuración del contenido, esto es, la estructuración conceptual. Si se crea un hipertexto mediante conceptos bien relacionados, se crea una potente red conceptual. Una red de conocimiento estructurado en la que el conocimiento puede ser navegado y explorado, y en la que es el propio lector quien elige su propia secuencia de lectura. Desde el punto de vista pedagógico el hipertexto ha sido y es  una herramienta útil para la enseñanza y la educación y se han destacado 3 usos básicos destacables: el hipertexto sirve para la búsqueda de información, para la adquisición de conocimiento y para la solución de problemas gracias a las nuevas posibilidades que ofrece la interactividad.

Pero también el hipertexto ha sido objeto de estudio de la propia pedagogía  ya que, analizar los recorridos (nodos y enlaces) que realiza un usuario, puede dar una idea de los procesos cognitivos que se están produciendo en el proceso de aprendizaje mismo. A veces es sorprendente cotejar las estrategias de navegación conceptual y lógica que ha diseñado un experto en el tema, con las rutas que, en la práctica y de forma electiva y efectiva, lleva a cabo un usuario en el proceso de aprendizaje de dicho tema.

Es erróneo identificar los datos con las ideas y equiparar el conocimiento con la información. El conocimiento tiene un carácter subjetivo: los saberes se encuentran siempre incorporados a sujetos. Hoy se intenta convertir la información y el conocimiento en mercancías, pero también existe el proceso contrario, y prolifera una socialización espontánea de la información y del conocimiento facilitada por la conectividad del hipertexto y la disposición de la información y el trabajo en red. La nueva Web 2.0 fundamentada en las redes sociales y las creaciones colaborativas (wikis, weblogs, folksonomías y etiquetado social, sindicación de contenidos, copylefts, software libre, etc.) convive con los servicios web más comerciales, los copyrights y los formatos propietarios. Como afirma Piscitelli: "Es así como el modelo hipertextual rechaza la epistemología cognitivista basada en una concepción del conocimiento como conjunto de átomos individuales, reemplazándola por una concepción del conocimiento como productividad social".

La información y el conocimiento no se agotan con el uso. Es casi imposible medir el conocimiento y la información. Sin embargo ¿es posible su privatización? En la actualidad se vive un proceso de redefinición de los derechos de propiedad en la autoría y acceso. Los conceptos de información y conocimiento en línea cuestionan los criterios de propiedad y escasez que caracterizaban a los medios analógicos y el acceso en línea ha desbancado a la reproducción mecánica y a la distribución física. La tecnología hipertextual permite compartir la información y el conocimiento, pero todavía está por definir el modelo económico y social que se quiere implantar para el funcionamiento de la red de redes. En la red se vive una lucha sorda entre el modelo neoliberal con sus privatizaciones y monetarizaciones y el modelo social de participación, colaboración desinteresada y gratuidad. Si en el mundo analógico éste ha quedado bien definido en favor del primero, la propia esencia de la red permite saltarse los códigos existentes en el mundo analógico en el que, incluso, las legislaciones al respecto han quedado inaplicables. Sin embargo, para que ésta era fuera realmente la era de la información y esta sociedad se pudiera llamar la sociedad del conocimiento, los poderes públicos debieran plantearse numerosas cuestiones relativas a la universalidad en el acceso a las redes de comunicación, el acceso universal a los contenidos y a la producción de estos, la alfabetización digital desde la escuela, la libre y fluida difusión de la información y del conocimiento en formatos tecnológicos de dominio público, la utilidad pública de los grandes buscadores e indizadores y de las nuevas herramientas de gestión del conocimiento, la conservación y difusión de documentos y recursos de interés general, la conjugación de los llamados medios sociales con las iniciativas tanto públicas como privadas, la conservación del ciberespacio como un ámbito social libre e igualitario por encima de monopolios estatales o empresariales, etc.

Esta tesis, que ocupa un pequeño espacio en el universo de Internet, ha pretendido contribuir a la construcción de esa sociedad de la información y el conocimiento permitiendo el acceso libre a todos sus contenidos.

Madrid, primavera de 2006
María Jesús Lamarca Lapuente


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 Título: Hipertexto, el nuevo concepto de documento en la cultura de la imagen
 Autora: María Jesús Lamarca Lapuente (currículo personal)

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 Tesis doctoral. Universidad Complutense de Madrid

 URL: http://www.hipertexto.info

 Fecha de Actualización: 29/07/2018   

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